El temido estrés,
como sobrellevarlo y evitarlo

Hoy en día, debido al ritmo de vida que llevamos y a las exigencias que nos ponemos, es difícil no vivir momentos o episodios de estrés.
Cada vez son más las personas que llegan a mi para tratar su estrés, ansiedad, angustia…y es, en la mayoría de las veces, por el ritmo de vida al que la sociedad nos empuja a vivir.
Además hace años el estrés era cosa de adultos pero hoy por hoy, los niñxs y adolescentes, no se libran de sufrir este enemigo del bienestar.
El estrés ha sido bautizado como la enfermedad del siglo XXI, y pese a que afecta a nuestra salud psíquica y emocional, tiene serias consecuencias a nivel físico.
¿Qué es el estrés?
Es una respuesta a una presión o a una amenaza, pero no siempre es externa, ya que muchas veces puede ser debido a una autoexigencia nuestra.
Cuando nos sentimos estresadxs podemos notarnos nerviosxs, desbordadxs o a punto de estallar, pero, la respuesta del estrés también es física.
El estrés provoca la inyección de una hormona llamada adrenalina que afecta temporalmente al sistema nervioso. Como resultado, cuando estamos nerviosxs o estresadxs, tal vez sintamos el ritmo cardíaco y la respiración accelerados, las manos sudadas, temblor en las piernas, cuello o mandíbula rígida, falta de energía o concentración, cansancio, ahogo, dolores y achaques frecuentes…son algunas de las consecuencias físicas que puede producirnos.
La respuesta del estrés también recibe el nombre de respuesta de lucha o huida. Se trata de una respuesta automática que nos prepara para enfrentar un peligro.
Pero no es necesario que una situación sea físicamente arriesgada para activar la respuesta del estrés. Las presiones de todos los días también la pueden activar. Por ejemplo, tal vez sientas estrés antes de realizar una presentación, pasar un examen, enfrentarte a un contrincante en un deporte o exponerte públicamente.
¿Cómo controlar el estrés?
- No exigirse demasiado. Aceptar nuestras limitaciones y comprender que, cada uno a su manera, somos perfectxs. Pedir ayuda siempre que la necesitemos sin avergonzarnos por necesitarla.
- Asegúrate de no sobrecargarte de actividades. Si sientes que debes esforzarte demasiado, considera quitar una o dos actividades, y elegir solo las que consideras más importantes.
- Mimar y cuidar el cuerpo. Él nos sostiene y contiene todo el tiempo, merece que le cuidemos y alimentemos en condiciones para poder “soportarnos”. Hacer ejercicio y una buena alimentación, será fundamental para ello. Es especialmente en las situaciones estresantes que necesitamos una buena nutrición
– Elimina estos 5 elementos de tu dieta: azúcar, carbohidratos procesados, exceso de cafeína, alcohol y edulcorantes artificiales.
- Descansar bien. El sueño es reparador y necesario. Debemos buscar la manera de dormir 8 horas diarias.
- La respiración consciente. Necesitamos tener herramientas para auto relajarnos en momentos que lo necesitemos. La respiración consciente será una gran aliada para ello y dispondremos de ella en cualquier momento y lugar. (En mi curso digital, te la enseño)
- Segrega endorfinas. Haz cualquier actividad que te divierta y te haga feliz. Las endorfinas son las hormonas de la felicidad y actúan como analgésicos naturales, por lo que te aportarán paz y tranquilidad.
- Pensamiento positivo. Busca el lado efectivo de las situaciones. Todas las vivencias que tenemos nos aportan claridad, luz o posibilidades, aunque en el momento no sepamos verlo. Confiar en que es así e intentar ver las cosas con perspectiva será de gran ayuda.
- Rodéate de personas que te aporten y sumen. En la vida vivimos diferentes etapas y en cada etapa encontramos las personas justas para transitarla. Intenta que las personas con las que te rodees, sean las justas. Aquellas que te aportan, te nutren y hacen sonreír tu corazón e intenta y aprende a dejar ir o alejarse a aquellas personas que no lo hagan.
- Aprender a resolver situaciones en vez de victimizarse. Encontrar soluciones a las cosas que nos preocupan en vez de enfocarnos y torturarnos con eso que nos preocupa. Una vez un maestro me dijo: si el problema tiene solución no es un problema porque tiene solución. Así que, busquemos la solución.
- Reflexología podal. En esta herramienta encontraremos también una fantástica aliada que nos permitirá trabajar y reequilibrar el sistema nervioso siempre que este se encuentre en desequilibrio y desestabilizado.
Cora Costa Hinojosa