La maternidad, una decisión importante que no se debe tomar a la ligera

El otro día leí un artículo referente a todo lo que renuncia una mujer cuando se convierte en madre… un artículo que me dio que pensar…

Por él, me animé a escribir mi sentir sobre el tema de la maternidad… En mí compartir voy a referirme a la maternidad, no porque no crea que la paternidad no tenga importancia, sino porque siento que aunque para el hombre también cambian muchas cosas, la vida que cambia por completo es la de la madre. No quiero dejar de mencionar por ello, que soy consciente de que muchísimos padres se implican en la crianza de sus hijos y los que por temas laborales no pueden implicarse tanto, se esfuerzan contribuyendo económicamente para permitir a la madre criarlos sin otras ocupaciones o preocupaciones y es a lo que me voy a referir en este artículo.

Soy madre de una niña maravillosa que tiene ahora 20 meses y a la cual estoy criando las 24 horas del día con el placer más absoluto que jamás pensé que se podría sentir…

 

Y ya no soy la que era, no soy la misma. Tengo una vida totalmente diferente a la que tenía antes de parir, un cuerpo distinto con más curvas y más carnes. Ya no soy la primera en la que pienso al tomar cualquier decisión, ante todo y sobre todo esta Cloe, mi hija. Y soy feliz, plenamente feliz de la decisión que tomé, de la crianza que le estoy ofreciendo a mí pequeña y de que mi vida haya cambiado de una manera tan radical….

 

Es cierto que cuando una mujer decide ser madre, no debe ser una decisión tomada a la ligera pues hay muchos aspectos que debería valorar antes de tomar dicha decisión.

 

Ser madre no es tener un bebé que dormirá, jugará y te hará feliz únicamente, ser madre también significa no dormir muchas noches, tener la cabeza siempre ocupada, a veces preocupada, por tu bebé. Significa que el primer periodo tu hijo/a además de dormir, jugar y darte felicidad, te va a necesitar las 24 horas del día, no cerca sino pegada a el/ella. Un bebé llorará cuando tenga cualquier tipo de emoción o necesidad y a veces se calmará enseguida y otras veces tan solo necesitará desahogarse y llorará durante bastante rato. Y ser madre también conlleva saber contenerlo en ese llanto y sobrellevarlo (aunque a veces sea difícil dada la inevitable empatía que solemos tener con él y a veces sus lloros nos angustien también a nosotras). Ser madre significa que cuando estés agotada después de todo el día y tu hijo/a tenga todavía ganas de jugar, no es justo que lo enchufes delante de la televisión, de la consola o el ordenador, sino que deberías dedicarle más tiempo y jugar con él, explicarle cuentos e incluso dejar de hacer las tareas de casa simplemente para cubrir la necesidad que tiene en ese momento, porque ser madre, significa estar dispuesta a cubrir cualquier necesidad de tu retoño…

Ser madre significa estar preparada para que esté crezca y se haga adolescente, con todas las consecuencias que una adolescencia conlleva. Si ha tenido una crianza e infancia buena, respetuosa y sin ningún hecho traumático, seguramente será un adolescente “feliz” dentro de lo que “adolescente feliz” puede significar pues es lógico que en esa etapa se necesite experimentar y este periodo también se tiene que saber acompañar con el mayor respeto, cariño y comprensión que tengamos.

 

Ser madre significa estar preparada para que nuestro cuerpo cambie, ser conscientes y aceptar qué jamás volverá a ser el que era. Estar dispuestas a que nuestros pechos ya no serán dos armas de seducción para los hombres, sino la comida y el consuelo de tu bebé, por lo que estaría bien que estuviéramos dispuestas a sacarlos sea donde sea y cuando nuestro pequeño/a lo necesite, sin pudores, sin vergüenzas y sobre todo sin la idea de que estamos haciendo algo sucio, pues tan sólo ESTAMOS ALIMENTANDO A NUESTRO BEBÉ!!!

 

Así que la decisión de ser madre no pasa por las ganas que tengamos de tener un bebé en brazos, sino que debemos sentirnos preparadas para dejar de tener la vida que hasta antes de ese momento teníamos. Ya no tendremos tiempo libre para nosotras, seguramente nos depilaremos o haremos la manicura a altas horas de la madrugada cuando se haya dormido, cuando nuestras amistades nos inviten a alguna salida nocturna o a veces no tan nocturna nuestra respuesta ya no podrá ser: “claro, ¿a qué hora nos vemos?”, cuando te apetezca hacer el amor con tu pareja ya no será cuando quieras y donde quieras, sino que lo más probable es que debas aprovechar una siestita de tu bebé y que en ese momento te apetezca y no tengas que invertir ese rato para otra cosa “más importante”. Seguramente volverás a tardar años en ir al cine o en poder ver una película entera sin interrupciones en casa. Se acabaron las veladas románticas con tu pareja (si las tenías) y cualquier salida será una salida de tres, cuatro o cinco, dependiendo de cuantos hijos tengas…

 

Con este tema, creo que es muy importante el enfoque que le demos a esta situación pues solo la palabra renunciar ya es negativa y por lo tanto no bien aceptada emocionalmente; así que quizás en vez del pensamiento de estoy renunciando a esto por mi bebé, sería más positivo cambiarlo por: estoy preparada o dispuesta para estos cambios en mí vida.

 

Personalmente creo que no hay mayor error, que siendo madre, pretender tener la misma vida que se tenía antes de serlo… porque no es justo en primer lugar para tu bebé, pues a él/ella le da lo mismo si estas maquillada, bien peinada, depilada, físicamente en forma o te apetece ir con tus amigas a bailar, él/ella tan solo necesita estar contigo, en su irremplazable mundo, con su todo (que es lo que somos durante sus primeros años de vida). Y por supuesto tampoco es justo para nosotras, puesto que el sentimiento de frustración que sentiremos al darnos cuenta que es imposible llevar la misma vida, no nos hará ningún bien…

 

Yo estoy encantada con mi maternidad y aunque es verdad que a veces me agobió porque algo que tardaría 5 minutos en hacer me lleva una hora, también es verdad que para mí todo lo que ha cambiado debido a ser madre no es para nada tan importante valorando todo lo que la maternidad ha aportado a mi vida…

Es cierto que yo he tenido mucha suerte, pues tengo un entorno totalmente consciente de la importancia de que la madre sea parte activa en la crianza de sus hijos y eso me ha permitido trabajar desde casa con un horario totalmente flexible que puedo adaptar a las necesidades de mí princesa, por lo que debo dar las gracias a mí jefa/madre por darme esta facilidad.

 

También cuento con una pareja que es un padre entregado y consciente de las necesidades de Cloe, que no sólo apoya sino que siente que un hijo debe criarse en su hogar con su madre, por lo que también, gracias Antonio por tu apoyo.

Así que ser madre debería ser una decisión a cambiar por completo tu vida y a dejar de pensar en ti misma para pensar en otra persona totalmente dependiente de ti.

 

Por lo que sí, el ser madre te cambia, te madura, te llena y te completa… y nada de este increíble proceso sería posible sin hacer cambios importantes en tu vida diaria.

2 comentarios

  1. La maternidad con un hijo es muy tranquila y pacifica. Pero con dos o tres ya se pone dificil la cosa… Cada familia, un mundo.

    1. Estoy segura de ello Andrea, yo de momento tengo una y puedo hablar por mi experiencia y mis vivencias con una, seguro que no será lo mismo cuando tenga otro/a pero por ahora no puedo compartir sobre ello, de lo que si estoy segura es de que aunque sea menos tranquila será igualmenente maravilloso y la decisión de ser madre de un segundo hijo también tiene que ser una decisión tomada con conciéncia y predisposición al cambio…
      Besos de luz, Cora.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *